Hoy estoy como Alejandro Sanz, con el corazón partío.
Hace mucho que Iván y yo no vamos a un evento académico juntos, desde que nació Emiliano vamos los 3 o sólo va uno; a excepción de la EIME en Monterrey en 2010 cuando Emiliano tenía 2 años y lo dejamos con mis suegros. Fue nuestra primera separación y nos preocupó pero al parecer él estuvo muy bien y casi ni preguntó por nosotros (¡!).
Mañana viajaremos a Cancún para de ahí salir el sábado rumbo a Buenos Aires, Argentina a la RELME XXVII. Y repetiremos lo de dejar a Emiliano con mis suegros, él está muy contento en Tizimín, hemos pasado ya varios días para que se adapte a estar con mis suegros y cuñados y se la pasa muy bien con ellos, PERO Emiliano tiene ya 4 años y 9 meses, es muy consciente de que sólo estamos de vacaciones y de que siempre estamos juntos, me temo que esta vez sí va a sentir nuestra ausencia y eso me está pesando... mucho.
¡En fin! Ésta era una entrada que necesitaba escribir, más para desahogo que para otra cosa. Espero estar preocupándome de más (como siempre me dice Iván) pero no lo puedo evitar. Amo demasiado a ese chamaquito y me duele nomás el pensar que pudiera llorar o pedirnos y estar tan lejos :(
