lunes, 27 de octubre de 2014

MALDITA INCERTIDUMBRE

Hoy no sé cómo me siento, no sé si prefiero a la maldita incertidumbre o si querré a la maldita certeza...
Esta noche fui al médico, al ginecólogo, hace algunos meses que hemos estado intentando darle un hermanito a Emiliano, pero no ha "pegao". He tenido algunas irregularidades que no creo que quieran leer y ante ello hicimos una cita para hoy. Después de una larga y amable entrevista, el diagnóstico más "optimista" que el médico me auguraba eran quistes ováricos. Sin embargo, después de un ultrasonido en el que miró mi interior, observamos una ausencia de folículos ováricos (¡que me faltan huevos, pues!), le cambió un poco el rostro y aunque eso no es un diagnóstico en toda regla (no sé si deba usar esta expresión aquí) me presentó otras alternativas, desde la fecundación asistida, pasando por una donación de óvulos (óvulos jóvenes, según sus propias palabras, lo cual no ayuda mucho) y al mencionarle que hace dos años empezamos a considerar la opción de adoptar (pero nos detuvo la carga burocrático-administrativa que eso implica) incluso me propuso "adoptar un embrión"... Esta última opción debo decir que me sorprendió.
(Imagen tomada de:
Sé que no soy en estos momentos el ideal para embarazarme. Tengo 37 años, estoy obesa y el año pasado me diagnosticaron diabetes. Sin embargo, no dejo de pensar en el ideal de familia que tenía y que en estos momentos se aleja. Quería al menos 2 hijos y me quedo con las ganas de una nena. Que todavía se puede... pues tal vez, el médico dijo que la edad no se aleja tanto de lo deseable (25-35), que tendría que bajar mucho de peso y cuidar mis niveles de glucosa meticulosamente, sin embargo no sé si sea forzar demasiado. Incluso pensando en las opciones dadas por el galeno, creo que lo que más me preocupa son las consecuencias que pudiera tener en un bebé mi diabetes. Creo que preferiría lo opuesto a lo ofrecido, en vez de adoptar un embrión preferiría solicitarle a alguna mujer que creciera en su cuerpo un embrión de Iván y mío, tratando de alejarlo de esos malditos porcentajes que mi cuerpo le daría. Pero insisto, tal vez sea forzar demasiado.
La adopción es una posibilidad. Lo fue hace 2 años, cuando todavía no sabíamos de mi diabetes ni de mi escasez de foliculitos. Sin embargo, ahora esa posibilidad sabe diferente. Antes era una opción y como tal decidimos no tomarla, ahora tal vez sea la única opción. La semana pasada apenas hablábamos de ello, pero hoy no sé qué pasó después de la cita médica que siento diferente al pensar en ello.
¿Mi niño? Estoy fascinada con Emiliano, sigo enamorada de él muchísimo más que el día en que nació. Es un niño ideal, sigo babeando al verlo y día a día me sigue sorprendiendo más. Y es precisamente al verlo que me pregunto si en la próxima entrevista será correcto preguntarle al médico si entre sus múltiples opciones todavía no está la clonación :) Me gustan sus ojos ("tus ojos son iguales a los míos", me dijo en alguna ocasión), a pesar de ello, no soy fanática de la genética (sobre todo sabiendo las cantidad de enfermedades que se pueden heredar), hay muchas otras cosas que me gustan de mi hijo y creo que muchas se deben a la crianza. Ante ello, la adopción es en este momento la opción más viable que tengo en mente. Pienso que tal vez sea lo que nos depara el destino, parece que hacia allá nos dirige.
Mañana temprano deben tomarme unas muestras y la próxima semana... los resultados.

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